Hace unos días terminé de leer mi regalo del Día del Libro: LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES, de Stieg Larsson.

Este libro es el primer volumen de la saga Millenium, cuyo nombre corresponde al nombre de la revista donde trabaja el periodista que protagoniza la misma. Actualmente hay a la venta los dos primeros volúmenes, éste y el segundo; el tercer volumen está previsto que salga en España a mediados de Junio. Aquí hay más información sobre la saga.

La suculenta sinopsis que aparece en el libro es la siguiente:
Harriet Vanger desapareció hace 36 años durante un carnaval de verano en la isla sueca Hedeby, propiedad prácticamente exclusiva de la poderosa familia Vanger. A pesar del despliegue policial, no se encontró rastro de la muchacha de 16 años. ¿Se escapó? ¿Fue secuestrada? ¿Asesinada? Nadie lo sabe: el caso está cerrado, los detalles olvidados.

Pero hay quien sigue recordando a Harriet, su tío Henrik Vanger, un empresario retirado, ya en el final de su vida y que vive obsesionado con resolver el misterio antes de morir.

En las paredes de su estudio cuelgan 43 flores secas y enmarcadas. Las primeras 7 fueron regalos de su sobrina. Las otras llegaron puntualmente para su cumpleaños, de forma anónima, desde que Harriet desapareció.

Vanger contrata a Mikael Blomkvist, periodista de investigación y alma de la revista Millennium, una publicación dedicada a sacar a la luz los trapos sucios del mundo de la política y las finanzas. Mikael no está pasando un buen momento: está vigilado y encausado por una querella por difamación y calumnia. Detrás de la querella está un gran grupo industrial que amenaza con derrumbar su carrera y destruir su reputación. Así que acepta el extraño encargo de Vanger de retomar la investigación de la desaparición de su sobrina e intentar tirar de algún cabo suelto.

Un trabajo complicado para el que recibe el regalo inesperado de la ayuda de Lisbeth Salander, una investigadora privada nada usual, incontrolable, socialmente inadaptada, tatuada y llena de piercings, y con extraordinarias e insólitas cualidades como su memoria fotográfica y su destreza informática.

Así empieza una novela que es la crónica de la guerra interna de una familia, un fresco fascinante del crimen y del castigo, de perversiones sexuales, de trampas financieras, un entramado violento y amenazante entre el que sin embargo crece una tierna y frágil historia de amor. Una historia de amor entre la que será la pareja más memorable de la literatura criminal.
Sinceramente, tenía puesto el ojo en el libro por el fenómeno que ha sido, mayormente (yo soy así de influenciable). Si fuera un mal libro, no tendría tantos lectores, ¿no?

Empecé con él hará unas semanas. El comienzo, bajo mi punto de vista, no fue nada del otro mundo, incluso un pelín aburrido cuando se mencionaba el pasado político de Suecia, por ejemplo. Continuó una historia buena, pero no demasiado interesante página tras página (especialmente pesados por ejemplo los detalles de un ordenador adquirido por la protagonista, falta incluso dar la referencia de la placa). Como no me llamaba demasiado esta primera parte, la lectura fue lenta, puesto que tampoco buscaba demasiado un hueco para ponerme con el libro. El Domingo pasado no llevaba ni la mitad, y tenía totalmente descartado haberlo terminado para mañana Viernes, que es cuando se estrena la película.

Pero todo cambió cuando llegué a la página 350 (aproximadamente). La historia se volvió vertiginosa y yo me lancé a devorar página tras página. No pude parar. Me tiré casi todo el Domingo inmersa en el libro y ya lo dejé porque quería dormir algo antes de ir a trabajar...

El Lunes lo acabé. En mi opinión, el libro está bastante bien, pero no lo veo tan sumamente magistral como algunos opinan. De hecho, creo que la primera mitad fue lenta y un poco sobrecargada de información que luego no llegó a ningún sitio. El tirón final sí que fue mucho mejor, así que te deja una sensación positiva que te hace olvidar que la primera parte no es tan vertiginosa.

De todas formas, le doy un notable alto, sí, porque lo cierto es que es una buena historia, inquietante, que ahonda en las más profundas vilezas y vergüenzas del ser humano, de todo ser humano, hasta el más intachable. Una historia sobre el precio de cada uno.